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Software libre, cultura libre

<h3>Software libre</h3>
<p>Cada vez es más común escuchar el concepto <em>software libre</em> en medios destinados a la sociedad en general, y ya no sólo ante quienes nos dedicamos al cómputo. Pero no teman — En el presente texto, abordaré el tema enfatizando en él en tanto movimiento social, enfocándome en cómo ha comenzado a  influir en la sociedad toda.
<p>Desde un punto de vista meramente técnico, puede llamarse <em>software libre</em> a todo programa que no imponga      un licenciamiento restrictivo a sus usuarios — Todo programa que      nos permita utilizarlo con cualquier fin, comprender cómo está      hecho (tener acceso a su <em>código fuente</em>), adecuarlo a      nuestras necesidades, y compartirlo con otras      personas. Entre los programas más conocidos que califican como      software libre encontramos al sistema operativo <em>Linux</em>      en sus muchas variantes, la herramienta      ofimática <em>OpenOffice</em>, el navegador      Web <em>Firefox</em>, una gran variedad de programas de rango      servidor, y un larguísimo etcétera.</p>

<p>Pero el software libre va mucho más allá de un producto      técnico: Es un movimiento social en toda forma. A mediados de      los 1980, Richard Stallman acuñó el concepto, formalizó los      requisitos arriba descritos, y creó a la <em>Free Software      Foundation</em> y al <em>Proyecto GNU</em>, que habría de      convertirse en el sistema operativo completo; es a partir de      esto que consideramos que una forma de desarrollar y compartir      se convierte en movimiento. Su planteamiento partió de una      fuerte base ideológica, de la necesidad del libre acceso al      conocimiento. Por años, la FSF se enfrentó a las críticas y      escepticismo respecto a la viabilidad del      proyecto. Específicamente, ¿Por qué miles de programadores      donarían de su esfuerzo de desarrollo de software en beneficio      de la humanidad?</p>
<p>El proyecto GNU sobrevivió lo suficiente para crear una base      mínima utilizable, y obtuvo una masa crítica suficiente para      impulsar con cada vez más fuerza su desarrollo hasta el día de      hoy. Pero lo fundamental es que el fenómeno trascendió a la      comunidad original, y creó a todo un abanico de ideologías, en      lo técnico y en lo social. Al día de hoy, habemos decenas de      miles de desarrolladores trabajando de manera completamente      descentralizada, cada quién persiguiendo sus propios incentivos      (que si bien en algunos casos son económicos, directos o      indirectos, en otros son por afición, por diversión, incluso de      inspiración artística).</p>

<h3>¿Por qué funciona?</h3>
<p>Ahora, ¿por qué éste cambio cultural se presentó antes que en      ningún otro lado en el desarrollo de software?</p>
<p>El proceso natural humano de construcción de conocimiento (la      forma en que aprendemos, pensamos y reelaboramos los avances)      atraviesa necesariamente por la socialización — Por compartir      los avances, los pensamientos, por que un experto corrija al      otro. El software libre no puede explicarse sin Internet, sin      comunicación ágil y directa entre los participantes.</p>
<p>Internet no es un fenómeno nuevo. Tiene ya más de 40 años de      edad — Obviamente, en primer término se difundió en los círculos      militares y académicos. Y naturalmente, la convocatoria del      proyecto GNU se difundió inicialmente dentro de Internet,      cayendo y difundiéndose en un campo fértil.</p>

<h3>Hacia la cultura libre</h3>
<p>El movimiento del software libre ha encontrado grandes puntos      de coincidencia con diversos grupos sociales y culturales, y      conforme van encontrando puntos de coincidencia, se arma un      movimiento que promete ser mucho mayor, e incluso cambiar la      forma en que opera la creación del conocimiento en el mundo      entero: La cultura libre. Y es aquí donde comienza el engranaje      hacia lo que sostengo que es la evolución natural del      movimiento.</p>
<p>Podemos ya encontrar varios ejemplos de éxito. Posiblemente el      más notorio hoy en día sea <em>Wikipedia</em>, un proyecto de      construcción de un cuerpo de conocimiento libre y carente de la      noción tradicional de autoría: Una enciclopedia escrita por      todos, corregida por todos, mejorada con todos. No está exenta,      claro, de problemas de control de calidad, pero va encontrando      mecanismos que cada vez más aumentan su confiabilidad.</p>
<p>Wikipedia tiene, por cierto, un antecedente que muestra la      importancia de la participación abierta en un proyecto      colaborativo: La Nupedia. El proyecto Nupedia fue lanzado en el      año 2000 (un año antes del de Wikipedia), buscando crear una      enciclopedia de libre acceso y redistribución que garantizaba la      calidad de sus contenidos por medio de la revisión por      pares. Sin embargo, pese a las buenas intenciones, en los      primeros 18 meses sólo se publicaron 20 artículos. Buscando de      nuevas fórmulas para involucrar a más personas en la producción      de contenidos, se pensó que los usuarios de crearan los      contenidos que luego los editores y expertos      revisarían. Mientras tanto, nació el proyecto Wikipedia, y en      tan sólo su primer mes de existencia llegó a los 1000 artículos      — Cierto, algunos de no muy buena calidad, pero todos      constituyeron una semilla a partir de la      cual <em>cualquiera</em> podía participar para mejorarla. Y el      resultado es lo que hoy ya conocemos: Una enciclopedia     verdaderamente universal, con más de 3 millones de artículos, y      con más de 30 lenguajes cuya versión local supera los      100,000.</p>
<p>La iniciativa <em>Creative Commons</em> es otra digna de nota:      Toda creación intelectual o artística recibe protección      automática de derechos de autor. Muchos queremos que nuestras      creaciones sean libremente redistribuibles, pero puede      desmotivarnos el obstáculo del lenguaje legal que implica elegir      una licencia adecuada. En 2001, el abogado estadounidence Larry      Lessig creó a Creative Commons. Esta organización ofrece un      marco legal para que gente no experta en estos temas pueda      elegir los términos de licenciamiento que juzgue más adecuados      para su creación, sin tener que ahondar de más en las áridas      estepas legales, y se mantiene asesorada y liderada por un grupo      de abogados, cuya principal labor es traducir y adecuar sus      licencias base para cada una de las jurisdicciones en que sean   aplicables.</p>
<p>Han nacido también una gran cantidad de servicios en línea que      buscan ser centro de contacto para que creadores independientes      puedan distribuir su material sin depender de casas      editoriales. Jamendo es una comunidad en línea dedicada a      promover a artistas que publiquen música bajo licencias Creative      Commons. Cualquiera puede entrar y bajar una gran cantidad de      música de muy buena calidad, hacer donativos directos a los      grupos de intérpretes y promover nuevo material.</p>
<p>Y no sólo las formas de compartir y colaborar que a lo largo de      30 años han dominado al desarrollo de Software Libre están      permeando a las diversas áreas creativas de la humanidad: El      conjunto de valores que impulsaron a Stallman a iniciar el      movimiento resultan compartidos por estos creadores, y su      ideología de a pocos va convirtiéndose en parte del fundamento      cultural de la sociedad.

<h3>¿Y en qué radica el cambio?</h3>
<p>No quiero cerrar este texto sin puntualizar algunos factores      principales que determinan el sentido que está tomando esta      revolución:</p>
<p>A diferencia de lo que ocurría hace pocos años (con las      fotocopias o con los cassettes), los contenidos pueden      reproducirse de manera fiel, sin pérdida alguna de calidad, y      con costo casi-cero — <em>Los contenidos se han liberado de sus      soportes</em>.</p>
<p>Además, distancia entre el creador y el consumidor se reduce      fuertemente. Cualquiera puede hoy en día publicitar su material      a través de su propia página Web (o de servicios de terceros),      facilitándose la distribución de material y la retribución      directa a los titulares.</p>
<p>El marco jurídico que norma a los diversos aspectos de      la <em>propiedad intangible</em> tiene casi tres siglos, y      requiere –por puntos como los aquí expuestos, y por muchos más      que no sería a abordar en un texto como éste– de grandes      adecuaciones y replanteamientos. Y sin lugar a dudas, el tema      aquí abordado representa un cambio social imparable.</p>
<p>El avance de la humanidad ha sido históricamente determinado      por la facilidad de comunicación — Estamos en un punto de      quiebre, en un momento que determina un cambio fenomenal en      nuestro desarrollo. Y éste movimiento, que nació en una esfera      aparentemente muy aislada del resto de la sociedad, se ha      configurado en una avalancha imparable que modificará muchos de      los supuestos básicos alrededor de los cuales se estructura el      sistema.</p>
<h3>Referencias</h3>
<div class="ref">
  <dl>
<dt>Free Software Foundation</dt>
<dd>http://www.fsf.org/</dd>
<dt>Proyecto GNU</dt>
<dd>http://www.gnu.org/</dd>
<dt>GNU Manifesto</dt>
<dd>http://www.gnu.org/gnu/manifesto.html</dd>
<dt>Definición de licencias de cultura libre </dt>
<dd>http://freedomdefined.org/Definition/Es</dd>
<dt>Creative Commons</dt>
<dd>http://creativecommons.org/</dd>
<dt>Jamendo</dt>
<dd>http://www.jamendo.com/</dd>
  </dl>
</div>

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